Cuando se habla de comercio, especialmente en el ámbito internacional, una de las cuestiones que más suele preocupar es el precio del transporte marítimo. No es de extrañar, ya que buena parte de las mercancías con las que se comercia se deben trasportar por esta vía. No hay que olvidar que los grandes buques mercantes permiten trasladar cantidades ingentes de productos y materias primas que otros medios no pueden, al menos en un solo viaje.
El gran problema es que una sola empresa no puede llenar uno de estos buques, algunas no podrían hacerlo ni en años. Pero trasportar mercancías en avión o por carretera, resulta significativamente más costoso. La solución nació de la mano del grupaje. Una práctica cada vez con mayor importancia y desarrollo gracias a sus innumerables ventajas.
El grupaje no es más que la unión de diversas empresas para organizar cargamentos conjuntos. Se puede compartir medio de trasporte o incluso contenedor, cuando la cantidad de mercancía a transportar no es muy elevada.
Se trata de una solución con innumerables ventajas. La primera de ellas es que pequeñas empresas solucionan el problema de trasporte de sus productos, pudiendo hacerlo de una manera más económica que de otras formas.
La otra gran ventaja es la rapidez, ya que al unirse varias empresas los cargamentos se completan en poco tiempo, de modo que puede haber envíos a un sinfín de lugares del mundo con una periodicidad más que aceptable.
Además, son muchas, cada vez más, las empresas especializadas en este tipo de servicio. Algunas empresas de este sector, se caracterizan por garantizar envíos puntuales y periódicos a diferentes puertos de todo el planeta. No es de extrañar, por tanto, que el grupaje se haya convertido en un aliado imprescindible del comercio internacional.