Para la mayoría de los conductores, el período de confinamiento induce a un uso mínimo de sus coches, o incluso a su parada por tiempo indefinido. Inmovilidad que puede tener impactos, especialmente en neumáticos.

El neumático es uno de los componentes más fuertes que se pueden encontrar en un automóvil. Sin embargo, no es eterno. Es sensible a su entorno, a su uso, envejece según el tratamiento al que es sometido y al entorno en el que evoluciona.

En consecuencia, aunque tu coche esté estacionado, tus neumáticos pueden sufrir daños en la goma, pero también en la estructura en mayor o menor medida en función de sus diseños y dimensiones.

Riesgo 1: La degradación del caucho

Si tu coche está aparcado en un estacionamiento o garaje, será necesario asegurarse de que el suelo esté sano. Es decir sin trazas significativas de hidrocarburos, aceites o productos corrosivos de todo tipo.

Este tipo de parada podría tener a largo plazo un impacto negativo en la goma y provocar una degradación prematura.

Tu coche debería estar aparcado en un ambiente templado y las ruedas alejadas de todas las fuentes de calor excesivo. Te recomendamos visitar a motortown.es y reservar una cita para revisión o sustitución de neumáticos en caso de que el desgaste sea muy notorio. 

Riesgo 2: problema estructural

Este problema corresponde a un pinchazo formado en la estructura del neumático tras una inmovilización prolongada del coche. Esto da como resultado vibraciones perceptibles en la dirección pero también cierta contaminación acústica.

Generalmente, el neumático recupera naturalmente su forma después de conducir unos kilómetros y calentar, pero a veces la deformación persiste.

Para limitar al máximo la aparición de este fenómeno, en primer lugar es necesario asegurarse de que el coche no permanezca inmovilizado durante demasiado tiempo.

Riesgo 3: presión inadecuada

La presión también es decisiva. Es imperativo que los neumáticos estén correctamente inflados y, sobre todo, que no estén inflados de manera precaria.

Este factor asociado con la inacción podría deteriorar indefinidamente la estructura de los neumáticos. También se debe tener cuidado para asegurarse de que el vehículo no se cargue de manera anormal, para no someter los neumáticos a una tensión excesiva.

Nuestra recomendación es mover tu coche cada dos semanas, para que los neumáticos puedan variar sus zonas de apoyo.

Por lo tanto, el escenario ideal es poder asegurarse de que el coche no esté en contacto con el suelo si tiene que permanecer estacionado durante varios meses.

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