tratamiento aguas residuales

Según documentos históricos, la primera ocasión en la que se diseñó y puso en funcionamiento un sistema de distribución del preciado líquido, apto para el consumo, a una ciudad entera (Glasgow, Escocia), fue en el Siglo XIX. Desde esa época, hasta llegar a las modernas plantas de tratamiento aguas residuales existentes en la actualidad, ha habido grandes cambios.

Hoy en día, se le da extrema importancia a este procedimiento porque el desmesurado crecimiento poblacional e industrial por un lado, exige un mayor volumen del fluido vital. Por otra parte, se ha producido un nivel más elevado y acelerado de contaminación de las fuentes naturales (lagos y ríos, superficiales y subterráneos). Y la combinación de ambos factores conduce a una situación de escasez que, en muchos casos, puede describirse como crítica.

¿Qué podemos hacer al respecto?

La solución a los dos problemas, proviene entonces del apropiado tratamiento de las aguas residuales. Esto permite que:

  • Su carga de desechos contaminantes se remueva y una vez que ha sido convenientemente tratada, se envíe a los reservorios, manteniéndolos así limpios. Disminuyendo o eliminando, en consecuencia:
  • El maltrato ecológico, puesto que se protege la fauna y la flora que habitan en las zonas involucradas.
  • La probabilidad de aparición de epidemias o enfermedades que afectan las comunidades. Esas serían producidas por bacterias, virus y elementos químicos peligrosos, contenidos en el líquido en cuestión.
  • Adicionalmente, puedan ser reaprovechadas; ya que, muchas de las actividades que realizamos no exigen que el agua sea potable. De este modo, se ahorra el recurso hídrico puro utilizando el procesado, sin riesgo a la salud pública, para:
  • El riego de sembradíos, parques, jardines, campos deportivos y otras zonas verdes.
  • Algunos procesos industriales.
  • Servicios públicos: sanitarios, limpieza de calles y avenidas, lavado de coches, patios y naves industriales, mantenimiento de equipos de enfriamiento y calefacción, etc.

En conclusión, el desarrollo y ejecución de los más avanzados proyectos tecnológicos es indispensable, debido al gran impacto positivo que el tratamiento de las aguas residuales tiene sobre el cuidado del medio ambiente y la propia vida de los seres humanos en el planeta.

 

 

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