El amianto es un mineral que tomó mucha importancia hace más de nueve décadas, por su comercialización para la fabricación de materiales usados en techos, casas, edificios y diferentes medios de transporte, ya que sus propiedades de resistencia y aislamiento son idóneas para dicho fin; sin embargo, su utilización mermó cuando se demostró que el mismo acarreaba problemas de salud, siendo necesario la retirada de amianto en el mundo.
Este elemento era clave en la elaboración de muchos materiales y productos, porque sus atributos fisicoquímicos son excelentes, ofreciendo increíbles ventajas en cuanto a la durabilidad, resistencia, aislamiento térmico, acústico y eléctrico, aunado a su bajo coste, puesto que abundan sus yacimientos y el proceso de extracción resulta relativamente económico.
El amianto, también conocido como asbesto, está constituido a su vez por fibras, las cuales son las protagonistas de su funcionalidad. Sin embargo, así mismo son responsables de ciertas enfermedades. Por tal razón, para el año 2000 se prohíbe su uso y comenzó el gran trabajo de retirar los materiales a base de este, para ser reemplazados por otros no dañinos.
Se realizaron un gran número de estudios médicos y científicos, logrando finalmente dar con las graves consecuencias que se generan con la constante exposición, contacto e inhalación de las fibras del amianto; las enfermedades asociadas son: asbestosis, problemas pulmonares e incluso cáncer pulmonar, tumores malignos, meseteliomas, erupciones e irritaciones, tanto en la piel como en las vías respiratorias, mareos y dolores de cabeza.
La liberación de dichas fibras dependerá de su friabilidad, separando los materiales en dos grandes tipos, de acuerdo a esta capacidad se dividen en friables y no friables. En el primer caso, el desprendimiento es fácil, puede ser por la acción del humano simplemente con la mano, por el viento, vibraciones o movimientos. En el otro caso, es menester ser manipulado con herramientas.
Partiendo de lo antes expuesto, el trabajo de retirar dichos materiales solo puede ser realizado por personas formadas con técnicas explícitas, en virtud de que deben usar correctamente las maquinarias, equipos de protección personal, tener cuidados y controles, que son imprescindibles para evitar que se propaguen las partículas de amianto y causar una contaminación mayor.